PRÓLOGO
U na poesía moldeada con manos jóvenes que mostrará el ferviente deseo de contar historias censuradas y de tejer sueños perdidos con hilos invisibles. Estefanía Almonacid se arroja en una búsqueda disparatada de los sentimientos más extraños que alberga el corazón humano, y en medio de ese trasegar quizá sin rumbo sigue las huellas de quienes ha considerado sus ídolos, y por tanto decidió interrogar a la columna rota de Frida Kahlo, sonreír con la necedad de óscar Wilde, sentarse detrás de una máquina de escribir, esconder su rostro detrás de un libro de Carlos Fuentes, perderse detrás de las personalidades y de los ensueños de Pessoa, revolotear en la poesía ilógica de Luis Vidales, abrir los ojos junto con Rogelio Echevarría a la poesía de lo cotidiano y de las melancólicas tardes citadinas, suspirar versos al ritmo de Héctor Lavoe en un rincón oscuro de un café. En la primera parte de esta obra Escarabajos de ausencias Estefa...