EL PASADO


¿Por qué no me avisaste que venías?
No me mires padre, dame la espalda y vete con mi retrato de niñ
Ahora eres tú quien tiene miedo,
ahora me quieres salvar con tu escandaloso llanto,
ahora te ves envejecido con las arrugas del pasado.
No te sorprendas, no.
Ando sola  y moribunda  por velarme en el bolero de un suicida,
uso labial en las mañanas para borrar el nocturno beso podrido,
leo el cadáver de los libros de tu juventud
esos intrusos  que dividieron mi cara como una escultura de tu imagen.
Camino confundida y sedienta
llegando al mismo parque que te vio besar adolescentes
entre lienzos, fotografías y cigarrillos.
Allí seguiré,
las palomas rasguñarán mi espalda
y un abandonado intentará salvarme.
Miento,
no vendrá nadie, por eso estás tú aquí.
Por eso guarda los negativos en tu bolsillos, vete,
no reveles nunca mi nombre.

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